Abogados para Acoso Laboral o Mobbing
Reconoce y Enfrenta Esta Problemática en el Trabajo
¿Te sientes ansioso cada vez que llegas a tu lugar de trabajo? ¿Has experimentado continuas faltas de respeto y menosprecio por parte de superiores o compañeros? ¿Sufres de burlas constantes o incluso comentarios sexistas? Si es así, podrías estar siendo víctima de acoso laboral, también conocido como mobbing.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el acoso laboral como «acciones verbales o psicológicas sistemáticas, repetitivas o persistentes en el lugar de trabajo, mediante las cuales una persona o grupo de personas hieren, humillan o amedrentan a otra persona».
En términos más simples, se trata de un comportamiento hostil y continuo en el entorno laboral que afecta negativamente a un empleado. Esta problemática ha sido reconocida tanto a nivel nacional como internacional.
Para identificar si estás siendo víctima de acoso laboral, debes considerar los siguientes requisitos:
- Reiteración y prolongación: Los actos deben ser repetidos y persistentes en el tiempo, no un hecho aislado.
- Existencia de un acosador o grupo de acosadores.
- Conductas susceptibles de considerarse acosadoras: Estas acciones pueden incluir insultos, humillaciones, amenazas, entre otras, que afectan la salud mental y el desempeño laboral del trabajador.
- Sufrimiento de perjuicios psicológicos y/o físicos.
El mobbing está regulado en el ordenamiento jurídico español a través de diversas leyes y normativas, como la Constitución Española, el Estatuto de los Trabajadores, la Ley 36/2011 (jurisdicción social), la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, protocolos de prevención del acoso laboral y convenios colectivos. Además, a nivel internacional, el Convenio 190 de la OIT aborda la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo laboral.
El acoso laboral puede adoptar diversas formas, como:
- Mobbing descendiente: Cuando un superior acosa a un subordinado.
- Mobbing horizontal: Cuando compañeros de igual nivel jerárquico acosan a otro compañero.
- Mobbing ascendiente: Cuando un superior es acosado por varios subordinados.
También depende del objetivo del agresor:
- Mobbing estratégico: Cuando se busca eliminar a un competidor o lograr ciertos beneficios.
- Mobbing perverso: Cuando el acoso busca causar daño a la víctima sin otro propósito.
- Mobbing de gestión: Cuando un grupo de trabajadores planea el acoso.
- Mobbing disciplinario: Cuando se utiliza el acoso para castigar al trabajador.
El acoso laboral puede manifestarse de diversas maneras, como burlas, insultos, humillaciones públicas o privadas, aislamiento y discriminación por motivos de género, orientación sexual, nacionalidad, entre otros. En casos extremos, puede involucrar agresiones físicas, abuso sexual o amenazas, lo que puede dar lugar a delitos penales.
La sobrecarga de trabajo utilizada como estrategia para forzar la renuncia del empleado también se considera mobbing. Inventar rumores para que el trabajador se sienta incómodo en su entorno laboral o subestimar su desempeño son ejemplos claros de acoso laboral.
El impacto psicológico del mobbing puede llevar al trabajador a experimentar trastorno de estrés postraumático, ansiedad y una disminución significativa de la autoestima, lo que afecta su vida cotidiana, familiar y social. La motivación y las metas profesionales también se ven gravemente afectadas, ya que el trabajador se siente insignificante y poco valorado. En algunos casos, los trabajadores afectados pueden recibir una baja laboral debido al acoso laboral.
Las consecuencias del acoso laboral son devastadoras tanto para los empleados como para las empresas. Los comités de empresa deben ser informados de estas situaciones y tomar medidas para proteger los intereses de los trabajadores. Si la empresa no actúa, los trabajadores pueden presentar denuncias ante la inspección de trabajo y demandar a la empresa en los tribunales. Los abogados laborales especializados pueden ayudar en estos casos y los trabajadores pueden recibir indemnizaciones considerables por daños morales.
Muchas víctimas no son conscientes de que están siendo acosadas o temen tomar medidas por miedo a perder su empleo. Sin embargo, es importante actuar para evitar daños mayores. Recopilar pruebas como grabaciones, capturas de pantalla y correos electrónicos puede ser fundamental para respaldar una denuncia. El acoso laboral no debe ser tolerado, y tomar medidas es esencial para proteger la salud y el bienestar de los trabajadores y sus familias.
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